LA MUERTE




















Sin lugar a dudas, la muerte es un tema tabú. Cuando escribí "Conversaciones con Mi Madre", era impresionante ver el asombro y el estupor reflejados en los rostros del que me
preguntaba de que se trataba. Muchos, lo encontraron macabro.
Hoy en día existen innumerables cursos que nos preparan para cualquier proyecto que emprendamos. Sin embargo, no conozco a nadie que se prepare o asista a cursos para la preparación de lo que todos, sin excepción alguna, sabemos que en algún momento de nuestra existencia, no importa dónde estemos o cómo nos encontremos la "Muerte" nos vendrá a buscar.
La "Muerte" es el gran misterio y enigma del ser humano. Dicen, los llamados expertos, que la muerte es devolver la sustancia al mundo de la sustancia y el alma al lugar de donde emanó. La "Muerte", tal como el nacimiento, tiene sus procesos y estos evolucionan en un orden ya dado.
Para empezar a comprender que es la muerte, tenemos que empezar por reconocer que somos espíritus encarnados y que como tales tenemos un alma y que esa alma es eterna.  Al morir el cuerpo físico, nuestra alma queda liberada y como es eterna, a algún lugar tiene que ir.  Morir no es dejar de ser, sino simplemente pasar a otro plano. Muchos creen que nacemos, vivimos y morimos y ahí se acaba todo. Sin embargo existe un Plan Divino, hay leyes que rigen este universo y estamos aquí en la Tierra con un propósito, aunque muchos no han descubierto aún cual es ese propósito.
Los numerosos testimonios de gente que se ha dado por muerta y "milagrosamente" resucitan, interesan cada vez más a los investigadores. Unos dicen que el moribundo tiene la sensación de chocar con una especie de barrera. Otros hablan de la existencia de diversos seres que nos esperan para ayudarnos a cruzar el umbral, o el túnel, de la muerte lo mejor posible, para que no nos sintamos solos ni perdidos. Otros lo complementan diciendo que después de este umbral ven una especie de pantalla donde aparecen momentos importantes de nuestra vida que sirvieron para  el crecimiento espiritual de cada individuo. Esta pantalla es una especie de visión panorámica, donde vemos pasar nuestra vida a la velocidad de un rayo. Este es el momento crucial, pues es aquí donde se pesan nuestras acciones, o como las religiones la denominan el "Juicio".  Después de este túnel se comienza entonces el "viaje", no acompañado; hacia un lugar, no determinado pero sí al lugar que nos corresponde, según nuestra propia evolución. Empieza entonces la interrogación, como interrogaron a mi madre, por un "Ser de Luz". Existe un proceso totalmente organizado para cada desencarnado.  La excepción son los suicidas.  Ellos son llevados a otro plano y  en otra oportunidad escribiré sobre ellos.  Aunque los suicidas se quitan la vida para terminar con los problemas que los agobia, lo que les espera es mucho más agobiante aún. 
No voy a ahondar mucho en el tema de la muerte, pues en "Conversaciones con mi Madre" lo explico y pueden obtener el libro.  Además, doy a menudo conferencias sobre el tema y si viven en el área de Miami  en el "blog" de mi "Página Web" anunciaré la próxima conferencia que son totalmente gratuitas.  Pero sí, quiero agregar, que las experiencias que mi madre tuvo cuando murió, cuando viajó al lugar donde le pasaron las cosas que en mi libro cuento y luego la dejaron regresar por una semana para despedirse de todos nosotros y contarme su bella experiencia, ha dado cabida a la enorme información que utilizo en mis charlas y utilizaré en el próximo libro que ya esta en proceso.  
El "Más Allá" y el "más acá" se penetran. Están el uno en el otro. El "Mas Allá" es lo que nuestros sentidos no alcanzan. Nuestros sentidos son muy pobres, apenas nos dejan distinguir las formas más grosera de la vida universal, las más sutiles se le escapan por completo.
Sir William Crookes, el físico más grande de los tiempos modernos, después de haber observado durante tres años, las materializaciones del espíritu de Katie King y haberlas fotografiado, declaró: "No digo: es posible, digo: ES"
I. Myers, profesor de Cambridge, en su bella obra: "La Personalidad Humana", llega a esta conclusión: "que voces y mensajes nos llegan del más allá del sepulcro".
La primera vez que mi madre me visitó en una de las reuniones especiales que realizamos los días Miercoles en nuestro Centro, sus primeras palabras fueron: "Estoy viva hija mía, estoy viva!". Se preguntarán y como sabía yo que era ella? Los mensajes y consejos que me dió no podrían haber sido de nadie más, puesto que eran íntimos y privados y nadie que estaba allí presente podría haberlo sabido.
Son miles las experiencias, son miles los mensajes que no me cabe la menor duda de la supervivencia del espíritu. Estamos en esta vida con un propósito y está en nosotros el querer descubrirlo.
Quisiera terminar diciendo que en nuestra eterna busqueda por saber nuestro origen la mayoría de los seres humanos lo han buscado dentro de los conceptos de la mente analítica, mientras que la minoría lo ha hecho utilizando sus capacidades de percepción por medio de la revelación espiritual.  Ambos, digo yo, deberían ser dignos de respeto ya que forman parte de nuestro sistema de percepción y quizás son las únicas herramientas que tenemos para que algún día se llegue, se diga, y se conozca la verdad.