REENCARNACION

REENCARNACION O PALINGENESIA


No hace mucho me re-encontré, después de mucho tiempo, con un queridísimo amigo y entre las diversas conversaciones que entablamos me hizo una pregunta, que muchos se hacen. Me preguntaba si a mí me pasaban las "extrañezas", como él las catalogó, que le había pasado con una chica.  Me cuenta que vió a una chica y que tuvo la sensación que con esa persona había tenido una cercanía muy importante en algún momento de su vida.  Lo curioso era que a esa chica la veía por primera vez. Por supuesto que para mí no era nada extraño.
La sensación de "dejá vu " que quiere decir "yo ya he estado aquí", es un fenómeno psíquico denominado en psicología "delirio palingnóstico". Se trata de una situación en la que el sujeto cree reconocer hechos, objetos, o personas que se ven por primera vez.
Si nunca antes había visto a esa chica, ¿cómo es que la reconoció, si no fué de otra vida.
¿Qué es para mí la reencarnación?.  Es la respuesta a la justicia Divina.
La reencarnación es el paso progresivo del alma del ser espiritual; el proceso de ascenso, el proceso de evolución de cada criatura humana a través de multiples vidas.  La reencarnación es una idea que ha cautivado a todos los grandes pensadores, maestros, filósofos, reformadores de la humanidad tanto de Oriente como de Occidente.  Es la idea que nos reconcilia con la lógica, con la justicia y con el equilibrio en un Universo donde todo es orden, economía de esfuerzo y tendencia a la eficiencia. Esta idea la encontramos expresada a veces en forma explícita directa, y a veces de manera implícita inderecta.  La encontramos en todo los textos de las grandes tradiciones de la humanidad.  Y esto, ya es algo que debe llamarnos poderosamente la atención.
La ley de la reencarnación es una de las verdades más antiguas que se conocen y ha sido revelada a la humanidad por los Grandes Maestros y las Grandes Almas.  Re-encarnar es, literalmente, volver a la carne. La reencarnación es una ley natural de la vida por medio de la cual el espíritu progresa moral e intelectualmente, alcanzando con su propio esfuerzo, estados superiores en su evolución.  Es el retorno del espíritu a la vida corporal, a un cuerpo diferente en cada existencia, formado y constituido de acuerdo con las características psíquicas y biológicas predominantes en esa etapa de su proceso evolutivo. Reencarnamos innumerables veces, sin perder nuestra individualidad.  En cada nueva existencia, se expresan los rasgos básicos de nuestra personalidad, los cuales son definidos por el factor espiritual, aunque son totalmente matizados por las características biológicas de su nuevo cuerpo y por las condiciones sociales y culturales del medio ambiente, donde cuenta con una nueva familia, nuevos amigos y se inserta en un proceso general de socialización.  El hombre se configura globalmente como una compleja y dinámica entidad bio-psico-social-espiritual en permanente evolución. La reencarnación no se debe confundir con la "resurrección", dogma de las religiones.  Tampoco es "metempsicosis", antigua creencia oriental que acepta la posibilidad de que un alma humana pueda renacer en cuerpos de animales como castigo.  Es una idea absurda que deforma y contradice la visión del progreso.  La doctrina de los renacimientos sucesivos aparecen, en forma alegorica o explícita en obras básicas como "El libro de los Muertos", de la antigua civilización egipcia; el "Bardo Thodol" o "Libro Tibetano de los Muertos"; los Vedas; El "Zend Avesta" de los persas, el "Corán", el "Talmud", el "Zohar", y hasta en la misma "Biblia". 
La crencia en las vidas sucesivas ha sido aceptada por notables figuras del pensamiento universal, Buddha, Confucio, Lao Tse, Hermes, Pitágoras, Sócrates, Platón, Thomas More, Benjamin Franklin, Emmanuel Kant, Mohandas Gandhi, y para la sorpresa de muchos: Jesús de Nazaret.
Cualquiera que haya urgado en la ermeneutica del cristianismo, de la dogmática cristiana; es decir, en la interpretación de los textos en su marco histórico, sabe perfectamente que Jesús aludió a la reencarnación numerosas veces y que a pesar de  los "Concilios" y de las deformaciones y las interpolaciones establecidas por las iglesias, que hablan en nombre de Jesús pero no practican la moral de Jesús; a pesar de esas deformaciones, aún así en esos 4 Evangelios  que quedaron reducido los 43 Evangelios que se discutieron en el siglo VI de nuestra era, aún asi  en esos 4 libros: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, allí hay expresiones clarísimas que muestran al Maestro Jesús hablando de la reencarnación, aludiendo a la vida eterna y la continuidad del espíritu. En Mateo, capítulo 17, Jesús admite a sus discípulos que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías, el profeta.
¿ Estaremos todos tan equivocados?
A pesar de los fraudes y supercherías, los fenómenos psíquicos reales, de toda índole, se han multiplicado de tal modo que su posibilidad no podría ser puesta en duda.  Si algunos sabios lo discuten todavía, es más bien desde el punto de vista de la explicación de las causas en acción que de la realidad de los hechos tomados por sí mismo.
Cuando una persona hoy en día dice que la reencarnación no tiene sentido, no es que sea un ecéptico sino que esta dando una demostración de ignorancia.  Cualquiera que esté en sintonía con las tendencias modernas del desarrollo científico se da cuenta que desde multiples vías se esta llegando a esa comprensión de la vida dentro del marco de un sistema, un sistema que tiene la propiedad de no perecer; de conservar su identidad para que la continuidad de la evolución se dé. Quien no ha conocido, o se ha aproximado a lo que la física cuántica moderna esta diciendo, esta anclado en el pasado.  Quien no se ubica en lo que la psicología y la psiquiatría transpersonal estan diciendo, esta anclado en el pasado.  Quien no se aproxima a las nuevas tendencias de la biología, también esta anclado en el pasado.
De modo, que la reencarnación es una idea de una inmenza universalidad, con una gran historia y de una extraordinaria fuerza en sus argumentos.
Nosotros, los "espíritas kardecianos" estamos firme, firmemente, serenamente, científicamente convencidos de que la reencarnación es una ley de la naturaleza y de la vida.  No la miramos como una doctrina mística, la miramos como un hecho de la vida, como una ley de la naturaleza, ley de acción y reacción, ley de causa y efecto, ley de continuidad.  Sin reencarnación el panorama continua confundido y obscuro.